El eje intestino-cerebro: La microbiota y su influencia en la salud mental

Hablemos de salud. Existen muchas tendencias emergentes en la investigación de la salud, y una de las más discutidas es la microbiota (que no macrobiota), también conocida como flora intestinal. Los últimos estudios han abierto un vasto campo de conocimiento en el que se centran muchos profesionales de la salud, donde destaca el llamado “eje intestino-cerebro”, que demuestra cómo el intestino y el cerebro se comunican e influyen mutuamente. Es fascinante descubrir cómo la microbiota, esos pequeños microbios que habitan nuestro cuerpo, afectan de manera determinante nuestro bienestar o malestar.

¿Qué es la microbiota y por qué es importante?

Esta palabra combina dos términos griegos: «micrós», que significa pequeño, y «bíos», que significa vida. Así, un micro-bio es un ser vivo muy pequeño. Sari Arponen, en su libro ¡Es la microbiota, idiota!, explica que «en biología, una biota es el conjunto de la fauna y la flora de una región«. De la misma forma, la microbiota se refiere a la microflora y la microfauna de una región concreta de nuestro cuerpo; es decir, toda la vida microscópica que puebla nuestro organismo.

La microbiota intestinal, por ejemplo, es la vida microscópica que habita en el intestino. No debemos olvidar que el sistema digestivo empieza en la boca y termina en el ano. A lo largo de este recorrido existen diferentes tipos de mucosas y niveles de pH que varían entre lo ácido y lo alcalino. Cada sección del tubo digestivo alberga un tipo de microbiota específico, adecuado a su entorno. Cuando este entorno se altera, por ejemplo, cuando se vuelve más ácido o alcalino de lo debido, pueden surgir problemas conocidos como disbiosis, que es una alteración de la flora intestinal. Esta alteración puede manifestarse de diversas maneras: una especie puede proliferar excesivamente o migrar a regiones donde no debería estar, como en el caso del SIBO (sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado). Lo que ocurre en la naturaleza también puede ocurrir en nuestro organismo.

La diferencia entre microbiota, macrobiótica y macrobiota

Sin embargo, no pretendo escribir una tesis sobre microbiota o SIBO, ya que hay muchas fuentes para profundizar en esos temas. Mi objetivo aquí es aclarar algunas confusiones de términos, especialmente con la palabra «macrobiota».

A veces, recibo llamadas de personas interesadas en mis cursos de «microbiota».
—No, discúlpeme —respondo amablemente—, yo doy cursos de macrobiótica. Nada que ver.
Silencio confuso al otro lado de la línea.
—Ah, vale, perdón —escucho finalmente—. Debí leer mal.

¿Qué es la macrobiótica y cómo se relaciona con la salud?

Cuando es posible, explico que aunque las palabras microbiota y macrobiótica comparten «bio», que significa vida, se refieren a conceptos completamente distintos. La macrobiótica es una filosofía de vida que enfatiza la alimentación y otras prácticas saludables como camino hacia la consciencia y el bienestar integral, y no tiene relación directa con la microbiota. En macrobiótica, hablamos de temas diversos: del qi, del equilibrio entre yin y yang, de plantas, alimentación, nutrientes, y sí, también del sistema inmune e incluso de la microbiota, pero desde una perspectiva holística de la salud.

Confusiones comunes: microbiota, macrobiótica y macrobiota

La confusión a menudo radica en las palabras griegas «micrós» (pequeño) y «macros» (grande). George Ohsawa, quien introdujo la macrobiótica en Occidente, insistía en que vivir una vida “macrobiótica” era vivir una “gran vida”, un gran «sí» a la vida en todos los aspectos. La alimentación es solo el primer paso hacia esa transformación de cuerpo y alma.

Por tanto, no confundamos: la microbiota se refiere a los pequeños «bichillos» —como los llama la doctora Arponen— que habitan nuestro organismo, mientras que la macrobiótica es una filosofía de vida.

¿Existe la macrobiota? ¿Qué significa este término?

Al principio de este artículo mencioné que íbamos a hablar de salud. Vivimos en tiempos confusos dentro de la jungla de blogs, webs, posts, reels, stories y otras formas de contenido digital. Por desconocimiento o confusión, muchas personas se ponen en contacto conmigo sin saber si hablo de microbiota, macrobiótica, o incluso macrobiota, un término que, aunque inexistente, despierta curiosidad.

Curioso término, macrobiota. ¿A qué se refieren? Siempre he oído hablar sobre microorganismos o microbios, pero nunca sobre macrobios. ¿Te imaginas un macrobio? ¿Una bacteria del tamaño de un elefante, quizás? Aunque suene descabellado, es importante mantener la mente abierta. Sin embargo, prefiero seguir hablando de microbiota y macrobiótica, sin confundir los términos, y permitir a quienes hablen de «macrobiota» que se expliquen. Aunque, claro, no me gustaría descubrir que mi intestino está habitado por estreptococos y amebas del tamaño de pelotas de béisbol.