EL OTOÑO Y EL ELEMENTO «METAL»

EL OTOÑO Y EL ELEMENTO «METAL»

En nuestra última entrada veíamos cómo las filosofías orientales entienden el perpetuo cambio entre el yin y el yang, al cual la vida está sujeta, tal como experimentamos las cosas. Y repasamos cómo en esa forma de entender el mundo los antiguos chinos reconocían diferentes etapas de transformación, digamos, cinco «elementos» por el cual se desplaza el chi, la energía sutil, adquiriendo sus diferentes cualidades, las cuales se traducen en el mundo vegetal en formas, tamaños, colores, texturas y sabores diferentes (por ejemplo, en verano la naturaleza nos provee de hojas grandes, frutas llenas de agua y sabor, colores rojos y brillantes…). Estas diferentes transformaciones también se reflejan en el comportamiento humano (rabia, empatía, tristeza, entusiasmo…), en los diferentes órganos (estómago, hígado, corazón, etc), en los estilos de cocción, en los tipos de alimentos que nos da el suelo.

El otoño ya está aquí y lo vamos percibiendo en ese sutil cambio de energía en el medio ambiente. Se percibe como una tendencia al recogimiento. En la naturaleza vemos cómo la sabia va hacia adentro, dejando las hojas sin vida, hasta que caen, en cierto tipo de árboles. Esto da lugar a maravillosos colores otoñales en los valles y bosques, y hay una sensación de melancolía en los corazones.

Todo esto tiene un reflejo a nivel emocional (tristeza) y en nuestros órganos. El elemento METAL, se relaciona con el pulmón e intestino grueso.

En la cosmogonía oriental, se considera a la transformación metal como una energía más seca, concentrada, refinada, con una tendencia hacia el interior. 

Si en verano hemos dado rienda suelta a alimentos de cualidad yin (fríos, expansivos, refrescantes), por ejemplo helados, frutas tropicales y refrescos, habremos creado un exceso de frío interno en nosotros que necesitará salir al exterior. Así, podemos entender que, al cambiar la energía en otoño y empezar a contraerse, aparecerán los  catarros, gripes, etc. Así es como el cuerpo quieres eliminar los excesos y fomentar equilibrio interno.

En otoño tradicionalmente es tiempo de almacenar frutos y semillas. Nos apetece más irnos a la cama y levantarnos pronto. A continuación presentamos algunos de los aspectos que caracterizan al elementos METAL.

Estación: Otoño
Color: Blanco
Clima: Sequedad
Sabor: Picante
Sentido: Olfato
Sonido: Llanto

¿Cómo nos sentimos?

Cuando nuestro elemento metal se encuentra equilibrado, tenemos fuerza e instinto para sobrevivir y auto-protegernos, tenemos voluntad de vivir, soñar, ser positivos, sensibles y reflexivos.

Alguien en que predomina un fuerte metal será más práctico y con capacidad de organización, transformase internamente y con un gran sentido de orden, la ética y la autodisciplina. Tienden a introducir cambios en su vida gracias a ser internamente muy resolutivos, con un gran sentido de su dirección y una gran fe.

Pero si por el contrario nuestro elemento metal pierde energía y equilibrio, debido a nuestra dieta o a nuestro estilo de vida, perderemos esos instintos, y nos abandonaremos a la pena, la melancolía y la tristeza, en la que no hay deseo de continuar y nos volvemos introvertidos, escondidos del mundo e incapaces de lidiar con él. Los primeros síntomas son el desinterés, melancolía y falta de autoestima que, a medida que el problema se agrava, puede dar lugar a la depresión, la resistencia al cambio, y apegarnos a bienes materiales y el pasado.

¿Qué nos dice el diagnóstico visual sobre la salud de nuestros pulmones e intestino grueso?

INTESTINO GRUESO: Comer en exceso y en horarios irregulares, así como el sedentarismo y el estrés pueden estar detrás de la mayor parte de los problemas digestivos. En la parte más externa del labio inferior podemos ver el estado de nuestro intestino grueso.

A continuación, algunos de los problemas digestivos más comunes: enfermedad celíaca e intolerancias alimenticias, alergias, cáncer de colon, cáncer colon-rectal, cándidas, anemias, problemas de estómago.

PULMONES: Los problemas en los pulmones podemos observarla en las mejillas (zonas más oscuras o palidez o granos).

El dolor en los hombros está también relacionado con problemas de pulmón. Una postura encorvada hacia adelante, con los hombros caídos hacia delante como queriendo proteger el pecho (p.ej. trabajando en el ordenador) no es nada bueno para los pulmones. Si los pulmones están débiles, sentiremos opresión en la cabeza y el pecho, estornudaremos y tendremos la nariz tapada.

Si comemos un exceso de alimentos yin, esto causará dilatación en los pulmones, inflamación, hinchazón, y en consecuencia, infecciones, resfriados, sinusitis, asma, bronquitis, fiebre alta y tuberculosis. Tos y mucosa con flemas. A nivel emocional sentiremos tristeza y angustia.

Si por el contrario existe un exceso de alimentos yang, se producirá una constricción, aparecerán líneas verticales en las mejillas, dificultad para respirar y respiración corta,  resfriados y tos seca.

La piel y sus problemas están muy vinculados con los pulmones (órganos importantes de eliminación junto al intestino grueso). Si los pulmones están débiles, la piel puede sufrir descamaciones y estar seca y sin brillo. Otros síntomas relacionados con los pulmones son los eccemas y las erupciones cutáneas.

¿Qué podemos aconsejar para evitar problemas en los pulmones e intestino grueso?

Casi todos los consejos que voy a mencionar son de «sentido común», pero conviene decirlo. Deberemos levantarnos temprano y respirar aire puro profundamente (si vives en la ciudad, intenta acercarte a una zona verde por lo menos una vez al día). Evita la ropa sintética y usa prendas de algodón. Es muy importante evitar el aire acondicionado, los materiales de construcción y pinturas con tóxicos. Intenta estar en contacto con la naturaleza lo más posible. Para cocinar, evita siempre el teflón y el aluminio, usa titanio, hierro fundido, acero inoxidable en su lugar. Llena tu casa y tu lugar de trabajo de plantas. Al menos una vez al día frota tu piel con una toalla (por ejemplo después del baño) para abrir bien los poros de la piel. Reduce el uso de pantallas, móviles y la exposición a radiación electromagnética. Por supuesto evita fumar activa o pasivamente. Practica el pensamiento positivo y la alegría en todas las situaciones de tu vida. Pasa más tiempo con gente optimista y alegre. Escucha música alegre y canta todos los días, por lo menos una vez. Esto puede parecer una tontería, pero prueba a hacerlo y verás.

¿Cómo nutrir el elemento Metal con la alimentación?

Energéticamente, a la transformación metal le afecta tanto un exceso de alimentos húmedos y viscosos (lácteos como leche, yogur, nata, quesos cremosos, aunque estos estén hechos con leches vegetales) como un exceso de alimentos secos.

Los alimentos lácteos (p.ej. leche, queso, yogur, mantequilla, nata y derivados), las harinas, los dulces, y la bollería favorecen la formación de moco. La obstrucción de las vías respiratorias se manifiesta tanto a nivel físico como a nivel mental (dificultad para razonar y pensar).

Para fortalecer los pulmones, el intestino grueso y la piel y armonizarnos con el otoño, favoreceremos la comida con menos líquidos, más salada (siempre añadir la sal en el fuego, nunca en el plato), cocinada con simplicidad. Incorpora picantes suaves (p.ej. jengibre, rabanito o mostaza).

La importancia de escuchar a nuestro cuerpo.

Si tenemos síntomas como tristeza, depresión, tendencia a la soledad, indecisión, falta de energía, ideas confusas, mente demasiado analítica y crítica, nostalgia, somos frioleros, mucosidades, tos, palidez, gases e inflamaciones intestinales, tendencia al estreñimiento o a la diarrea, estás encerrado en tu mundo, labio inferior hinchado, mejillas .

Debemos evitar:

  • harinas
  • copos de avena (especialmente la refinada)
  • levaduras
  • horneados
  • exceso de alimentos secos y duros
  • grasas de origen animal
  • huevos
  • lácteos
  • mantequillas de frutos secos (excepto castañas)
  • azúcar blanco
  • miel
  • alcohol
  • frutas
  • zumos tropicales
  • antibióticos
  • aditivos
  • colorantes
  • especias picantes

Incorporar a nuestra alimentación

  • Granos Integrales: especialmente el arroz integral representa  la energía metal. Está especialmente indicado en problemas intestinales. Cocinado con semillas de loto, es ideal para descongestionar los pulmones y las vías respiratorias.
  • Verduras:
    • Especialmente los de hoja más pequeña (p.ej. hoja de nabo, rábano, rabanito, zanahoria).
  • Sopas, en particular aquellas con granos integrales (p.ej. arroz o  mijo), sobre todo en caso de problemas intestinales. Éstas ayudan a mejorar la absorción intestinal.
  • Legumbres: Soja negra, particularmente indicada, tradicionalmente utilizada en Oriente para tratar problemas respiratorios.  Cocinarla con cebolla, calabaza, kombu, para evitar gases y favorecer la digestión. También puedes usar todo tipo de alubias blancas.
  • Alga hiziki
  • Frutas: Aunque no se indica su consumo, los melocotones y albaricoques pueden beneficiar en ciertos casos.
  • Pescado: Pescado pequeño (p.ej. sardina, caballa).
  • Métodos culinarios: Favoreceremos cocciones más largas, con horno y presión. El sabor que ayuda a descargar acumulaciones es ligeramente picante (nabo, berros, rabanitos, daikon, mostaza, jengibre, pimienta negra). Usar poca agua, sobre todo cuando hay asma o bronquitis.

Te proponemos un delicioso menú para que vayas practicando:

¡Espero que lo disfrutes!

Recuerda también hacer ejercicio, salir al parque, rodearte de la naturaleza, practicar ejercicios respiratorios. 

No olvides que somos UNO con la naturaleza, el organismo que nos da la vida. Cuando nos armonizamos con ella a través de aquello de lo que nos provee, estamos creando una relación simbiótica, fomentando el equilibrio y la felicidad en todo aquellos que somos y compartimos.

¡Hasta la próxima!